Shortbus
(2006) (tu última parada)
Shortbus es la segunda película del director norteamericano John Cameron Mitchell que después de su opera prima (Hedwing and the Angry Inch; 2001), quería realizar un filme de mayor calidad técnica y estética en el cual el sexo tuviera un lugar importante. Shortbus fue rodada durante dos años y fue seleccionada y presentada en el festival de Cannes el 2006. Pero primero hablemos
del argumento de la película, luego les daremos a conocer nuestras
apreciaciones y comentarios
De
que trata
Shortbus
es una película sobre personas que viven en la ciudad de Nueva York, en los
estados Unidos, un personaje de la película dice que “…Nueva York es una ciudad
a la que todos acuden para tener sexo y ser perdonados”. Pero los personajes
son varios, comencemos por una joven pareja homosexual integrada por James y
Jamie el primero fue estrella de cine durante su niñez y el segundo es un
cineasta deprimido; ambos tienen un conflicto de pareja, también esta Sofía una
mujer casada que es terapeuta “sexual” o como ella prefiere llamarse “terapeuta
de pareja” que nunca tuvo un orgasmo, otra personaje es Severin una dominatris
de aspecto bizarro –con comportamientos y un modo de vestir diferente a lo socialmente
establecido, Todo el grupo acude a Shortbus un local neoyorquino,
diferente a todos los demás, porque allá el sexo, la cultura alternativa y las personas “despiertas y atrevidas” tienen
su lugar. Pero también es un sitio con pretensiones snobicas (que imita un
comportamiento) y glamorosas (por ejemplo en la película el primer día en el
que Sofía llega a Shortbus el anfitrión le explica).
La clientela de
Shortbus tiene intereses de una surtida variedad. Por ejemplo James y Jamie buscan
ahí al tercero en su relación monogamica, Por este motivo ellos visitan a Sofía (la terapeuta
de pareja o “sexual”) tratando de encontrar ayuda para resolver sus problemas.
Ellos al mismo tiempo aconsejan a Sofía ir a Shortbus para desinhibirse
Shortbus termina
siendo el lugar donde los personajes
resuelven sus conflictos mediante el sexo como terapia. Entonces el sexo
no es el fin sino el medio -o terapia- para enfrentar los problemas. El sexo se
presenta como medicina liberadora.
La
historia se desarrolla en un momento posterior a los sucesos del 11 de
septiembre (recordaran las torres gemelas en New York). Como
lo menciona un personaje de la película: El 11 de septiembre es –quizás- lo
único real que les a pasado en la vida.
Pero cuál es la
razón para hablar hoy sobre esta película Shortbus, -sin duda- no es una de las
mejores películas que he visto y tampoco uno de los mejores trabajos de su
director; Cameron Mitchell que en general es demasiado autoindulgente no, logra
hacer una obra perfecta. La razón es la reciente controversia -sobreexplotada-
de la película boliviana: “Maleficarum” de John Ávila. Su supuesta “censura” en
la Cinemateca Boliviana fue tema de conversación por varias semanas. El
catalizador de esto fue el lenguaje explicito de sus imágenes (las que por
cierto no existen). Ante esto Ávila respondió “…Shortbus tiene un lenguaje
mucho mas explicito y no fue censurado…”. Esta es la razón por la que hablamos
hoy Shortbus y de su lenguaje visual y dramático:
En Shortbus Cameron
Mitchell hace una reflexión acerca del
lugar que ocupan el sexo y el placer en estos tiempos y en el mundo occidental. Shortbus muestra que
la frecuencia o la abundancia de relaciones sexuales no es una garantía para
garantizar el placer entre quienes lo practican. Las emociones humanas, tal
como lo menciona el mismo Mitchell, tienen una profunda relación con el sexo.
Entender al sexo de manera separada de las emociones es casi una característica
en las sociedades del occidente, donde “el placer es vivido como un vacio
imprescindible”. Shortbus no es solo el lugar donde se reúnen las personas
atrevidas sino también un retrato de la glamorosa cultura neoyorquina. Recordemos
la secuencia en la que Sofía llega por primera vez a Shortbus, ahí es recibida
por un cantante que a modo de anfitrión le enseña el lugar mientras le menciona
lo que ahí se hace; ese día se proyecta una película que como el mismo
anfitrión la define “aburrida” luego afirma que “mientras más aburridas son
–las películas- mas “inteligente” se cree la gente…”
Manteniendo la línea
de su primera película,
(Hedwing and the Angry Inch; 2001), Mitchell toma posición en un lugar critico frente a
cultura norteamericana, no a partir de su política sino a partir de sus
relaciones y sentimientos, las que terminan influyendo en la política. El mismo
afirma que “en la cultura estadounidense, el miedo a cualquier relación lleva a la
infelicidad, a la violencia y al conflicto”. Sin embargo
dudo que esta posición cumpla su cometido ya que en Shortbus al igual que en sus
otras dos películas, Mitchel coquetea con lo subversivo valiéndose de lo
explicito en las imágenes, y sobre todo de tópicos culturales. Un bueno, un
malo, o mejor dicho muchos buenos, una insatisfecha, un incomprendido, o muchos
incomprendidos; una oscura, aunque buena personaje capaz de resolver los
problemas. Es decir una serie de personajes –freaks- bastante estereotipados.
Shortbus es una
película fiel a su tiempo, primero por la tendencia al cine indie (genero de
cine independiente que tiene abundante banda sonora con la intención de
enfatizar el estado de ánimo de los personajes; los temas tratados son los conflictos
de una juventud norteamericana inconforme), pero sobre todo por el collage de
personajes, bastante influenciado por el llamado cine posmoderno (parodia
sustituida por el pastiche; Pulp Fiction es quizás el mejor ejemplo) (Caracterizado
por el puzzle de historias entrelazadas
Sin embargo Shortbus
no deja de ser una película norteamericana interesante, primero porque no sigue
la fórmula del cine gringo: chico conoce chica, chica se enamora… sino mas bien
–y he ahí su característica posmoderna- las historias en el cine de Cameron
Mitchell se arman a modo de rompecabezas donde varias historias o solo una
(como en su opera prima) están narradas con una complejidad argumental, algo
pretenciosa al intentar retratar el estado del sexo en el siglo XXI –cosa que
no logra-.
Shortbus,
sobre todo por el trabajo de Cameron Mitchell es una interesante película
comenzando por la dirección de actores, la puesta en escena pero sobre todo por
el ritmo que mantiene toda la película, la dinámica en la narración –que en
ningún momento se hace tediosa ni aburrida- se dice que el rodaje y la
posproducción de la película duraron dos años, que valieron la pena si algo he
de recordar de esta película es el inicio
en el que se muestra a la ciudad de Nueva York en animación como una
maqueta y el vigoroso final en el cual toda la ciudad -maqueta- se apaga y se
enciende repentinamente porque Sofía (personaje principal) tiene un orgasmo que
contagia a toda la ciudad encendiéndola. Creo
que finalmente me quedo con la recomendación de Bronte al decir que Shortbus es
una película recomendada para contorsionistas.
A modo de pos data
la película la puedes encontrar en el en Quinto Centenario, también en la Calle
Comercio esquina plaza Murillo, o comunicándote con nosotros que te pasaremos
nuestra copia pirata.
Puntuacion:
6/10
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